DIA 26/01
Amanece el día y al mirar por la ventana malos augurios, parece que va a llover y no tardara mucho en empezar, a eso de las nueve de la mañana después de haber desayunado en el hotel, cargado motos y enfundados hasta los dientes incluida ropa de lluvia nos disponemos a empezar la jornada que nos llevara por territorio francés e italiano.
Amanece el día y al mirar por la ventana malos augurios, parece que va a llover y no tardara mucho en empezar, a eso de las nueve de la mañana después de haber desayunado en el hotel, cargado motos y enfundados hasta los dientes incluida ropa de lluvia nos disponemos a empezar la jornada que nos llevara por territorio francés e italiano.
para llegar a la ciudad de Ovada donde teníamos reservado el hotel.
Con todo el animo del mundo cogimos las maquinas y dispuestos a devorar kilómetros.
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| Saliendo del parking del hotel |
Después de un par de paradas para repostar y tomar algún café, y habiendonos caído encima la mundial respecto a agua, no se si habrá quedado algo en las nubes de Francia desde aquel día, a eso de las dos de la tarde parece que empezó a clarear y a nosotros nos apetecia comer, dicho y hecho primer área de servicio parada y fonda.
Terminada la comida, de vuelta a las maquinas ya parecía que no iba a llover mas, nos dispusimos a recorrer toda la Costa Azul, una vez que entras en territorio italiano empiezas una bajada hasta Génova llena de túneles y puentes y por supuesto de pasar la visa por los controles de peaje para llegar a nuestro destino que seria sobre las siete de la tarde, dejamos las motos en el garaje del hotel, cojemos maletas y a la habitación a quitarnos las capas de cebolla que llevábamos encima, ya un poco relajados, buscamos un restaurante que no estuviera muy lejos, la puerta de al lado del hotel, y dispuestos a reponer fuerzas nos metimos para el cuerpo lo típico de la tierra una pizza y alguna otra cosa.
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| Esperando al camarero |
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