Día 03/05/15

Fez

Nos levantamos sobre las ocho con tiempo para desayunar y estar listos para salir a conocer esta ciudad (Fez), habíamos contratado un guia con sus vehículos incluidos ya que eramos doce, que por cierto una vez realizado la excursión vimos que los vehículos habrían sobrado sobre todo por el precio y viendo que por tres o cuatro euros tienes un montón de mini taxis que te llevan a todos los sitios, pero eramos turistas y como a tal nos trataron y pagamos.

Hotel Barceló Fes Medina
Hotel Barceló Fes Medina
Dispuestos para el día
Empezamos la visita admirando el exterior del palacio Real ya que estaba cerrado para visitas. 

Palacio Real
Entramos en la Medina, para visitar alguna madraza, ver los típicos zocos de ventas de toda clase de artículos incluidos los de alimentos, que cuando llega la hora de comer mas vale olvidar lo que has visto.

Calle de Fez
Madraza de Ben Youssef
Como para ir de compras
Solo verlo se te quita el hambre
La puerta de entrada mas importante a la Medina. (Bab Bou Jeloud)

Puerta Bab Bou Jeloud
Acompañados del guia que contratamos, continuamos con una visita panorámica de la ciudad.

Vista panorámica de Fez
Hasta llegar a uno de los lugares, mas fotografiados de Fez, (La Curtiduria Chouwara) nosotros llegamos cuando estaban tiñendo unos colores muy apagados y nos perdimos la belleza de otras ocasiones.

Lavadero de pieles - curtiduria Chouwara
Zona de tintes - curtiduria Chouwara
Zona de tintes - curtiduria Chouwara
Zona de tintes - curtiduria Chouwara
Tienda curtiduria Chouwara
Tienda curtiduria Chouwara
Tienda de la Medina
Calles de la Medina
Un ratito de compras
Caracol-col-col saca los cuernos al sol, pues hacían caso.

Caracolada
Visita para comprar té
Plato típico de Marruecos que se sirve indistintamente con pollo, cordero o verduras. 

Tajin
Después de haber repuesto fuerzas, haber tomado unas cervecitas, que aunque digan que está prohibido el alcohol no hay problema para que te la sirvan, si lo pagas, nos dispusimos a dirigirnos al hotel para echarnos una siestecita que no la habíamos ganado.

Una vez descansados ya estábamos dispuestos a continuar que los días se pasan volando y había que aprovechar las horas, nos fuimos en busca de un restaurante que nos diera algo distinto al Tajin.

Cena en restaurante de la Medina
Y una vez llenado el estomago, con las piernas que no podíamos con ellas nos dispusimos a regresar al hotel donde nos esperaba un merecido descanso.


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